MANUSCRITO B f. 80 r.
Como parte de su incansable búsqueda del vuelo a propulsión humana, Leonardo da Vinci diseñó un ornitóptero que pretendía aprovechar todo el potencial del cuerpo humano. La nave se manejaba utilizando la cabeza, el torso, las piernas y los brazos del piloto, con cuerdas conectadas a manijas y manivelas que controlaban los movimientos de la máquina. Diseñado para ser conducido como un jinete a caballo, el piloto tenía que coordinar hábilmente sus movimientos para mantener el ornitóptero en el aire.
La máquina tenía cuatro grandes alas, cada una de las cuales se movía en un patrón alterno mientras mantenía una formación cruzada. Con una envergadura de aproximadamente 24 metros (79 pies) y una longitud de 5 metros (16 pies), las alas del ornitóptero estaban diseñadas para generar la máxima sustentación. La lona liviana y porosa utilizada para las alas permitía que el aire pasara a través de la tela, mejorando la aerodinámica. El piloto accedía al ornitóptero subiendo una escalera de siete metros de largo, lo que resaltaba la escala y la complejidad del diseño. El ornitóptero, alojado en un armazón redondo, similar a un barco, es un testimonio del enfoque visionario de Leonardo sobre el vuelo: ¡combina el ingenio humano y la mecánica corporal en un intento de conquistar los cielos!