MANUSCRITO G f. 92 r.
Además de estudiar con gran detalle las aves y los mamíferos voladores, como los murciélagos, Leonardo también centró su atención en el vuelo de los insectos, incluidas las abejas. Creía que las abejas tenían dos juegos de alas, uno colocado encima del otro, y cada par difería en tamaño, forma y ángulo. Pensó que las alas inferiores eran más grandes que las superiores. Leonardo también observó la increíble velocidad a la que se mueven las alas de una abeja, lo que genera un zumbido único. Observó cómo cambia la postura de vuelo de una abeja a medida que cambia de dirección, ya sea que esté volando hacia arriba, hacia abajo o flotando. Además, sugirió que las patas de la abeja funcionaban como un timón durante el vuelo.